En 1939 en el seno de la fabrica del prestigioso Mesie Bugatti unas acaloradas discusiones atravesaban las paredes , los dos genios del diseño del automóvil , que en ella compartían espacio decidían si la gran carrera de Le Mans contaría con uno de sus velocisimos autos , al final de la tarde el joven e impetuoso Jean , conseguía convencer a su padre , pero este como ultima palabra solo le permitió inscribir un coche , “Si solo puede ganar uno ,con uno bastara “.
El equipo Bugatti , se presentó el día de los entrenamientos con un flamante coche inspirado en el ganador de 1937 El Tipo 57 G , pero con unas cuantas mejoras , frenos mas refrigerados , motor más potente de 3.3 litros pero con sobre-cargador , ventilaciones adicionales , chasis aligerado y un novedoso foco que esperaban mejorara la trazada de las curvas , el dominio de esta bestia corría a cargo de los famosos pilotos Wimille y Veyron.
En las practicas del jueves , el motor desfalleció y ante la inminente carrera se mandaron las piezas para su reconstrucción desde la fabrica , como si fuere el correo real , se reconstruyo durante el viernes ,el día de la carrera todo estaba listo .
Se da la salida a la prestigiosa Le Mans , mas de 40 valientes inscritos que desafiando la cordura del común pisan sus aceleradores a fondo , y entre el estruendo salen disparados como si de una prueba de Grand Prix se tratara , en la tercera vuelta la media establecida era de 150 km por hora , algo que este cronista no había visto en los años que llevamos narrando eventos deportivos del motor .
Los Delage, Delahaye, Darracq van en cabeza seguidos a una vuelta de Bugatti que acaba por perder el récord de velocidad de la pista , cae la noche y es entonces cuando los pilotos de bugatti , que habían reservado parte de las revoluciones de su motor , empiezan a mejorar, como la tortuga del cuento ,incansables y vuelta a vuelta presionan a la cabeza de carrera , un rival en llamas en la mitad de la noche , en el amanecer otro rompe una válvula del motor que le obliga a parar en el taller del equipo y pierde el liderato .
Bugatti es primero , no dejara de aumentar su ventaja entrando cuatro vueltas por delante de sus rivales , batiendo su propia marca y dejando la media de ese glorioso día en 139,7 Km/H.
El Orgullo de Francia intacto una vez más .
El equipo Bugatti , se presentó el día de los entrenamientos con un flamante coche inspirado en el ganador de 1937 El Tipo 57 G , pero con unas cuantas mejoras , frenos mas refrigerados , motor más potente de 3.3 litros pero con sobre-cargador , ventilaciones adicionales , chasis aligerado y un novedoso foco que esperaban mejorara la trazada de las curvas , el dominio de esta bestia corría a cargo de los famosos pilotos Wimille y Veyron.
En las practicas del jueves , el motor desfalleció y ante la inminente carrera se mandaron las piezas para su reconstrucción desde la fabrica , como si fuere el correo real , se reconstruyo durante el viernes ,el día de la carrera todo estaba listo .
Se da la salida a la prestigiosa Le Mans , mas de 40 valientes inscritos que desafiando la cordura del común pisan sus aceleradores a fondo , y entre el estruendo salen disparados como si de una prueba de Grand Prix se tratara , en la tercera vuelta la media establecida era de 150 km por hora , algo que este cronista no había visto en los años que llevamos narrando eventos deportivos del motor .
Los Delage, Delahaye, Darracq van en cabeza seguidos a una vuelta de Bugatti que acaba por perder el récord de velocidad de la pista , cae la noche y es entonces cuando los pilotos de bugatti , que habían reservado parte de las revoluciones de su motor , empiezan a mejorar, como la tortuga del cuento ,incansables y vuelta a vuelta presionan a la cabeza de carrera , un rival en llamas en la mitad de la noche , en el amanecer otro rompe una válvula del motor que le obliga a parar en el taller del equipo y pierde el liderato .
Bugatti es primero , no dejara de aumentar su ventaja entrando cuatro vueltas por delante de sus rivales , batiendo su propia marca y dejando la media de ese glorioso día en 139,7 Km/H.
El Orgullo de Francia intacto una vez más .
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